lunes, 28 de abril de 2008

Una experiencia que replicar

Diario Correo.

Lunes 28 de abril del 2008.

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28 de Abril de 2008

Cecilia Blume

Al toro por las astas


Una experiencia que replicar

Hace algún tiempo vengo escuchando hablar sobre el programa de apoyo técnico del Instituto para una Alternativa Agraria –IAA– que ha permitido que en la cuenca de Jabón Mayo, en la provincia de Canas en el Cuzco, a una altura de 4000 metros sobre el nivel del mar, se mejore sustancialmente y con poco dinero la calidad y cantidad de productos agrícolas que allí se cultivan, con incidencia directa en la calidad de vida de los pobladores de esas zonas.

Me encuentro de casualidad con una entrevista periodística al asesor de este proyecto, Carlos Paredes, quien explica cómo hace 14 años se inicia este proyecto con el tratamiento de agua promoviéndose el riego por aspersión que permite que el agua alcance para regar mayores extensiones de tierra, lo que a su vez ha hecho posible mejores cultivos de distintas variedades como por ejemplo hortalizas y pastos mejorados para ganadería. Esta exitosa experiencia aparentemente se puede replicar y su costo parece razonable. Paredes señala que el paquete completo de 18 tecnologías tiene un costo total de 7000 soles y se aplica en tres tramos de tres años.

Si las cosas son así, me llama la atención que nadie en el gobierno se haya comprado este proyecto. En la entrevista a Paredes, éste cuenta frustrado que al ministro de Agricultura le había interesado el proyecto pero que en una reunión en el ministerio le habían dicho que tendrían problemas con el SNIP porque los montos requeridos para el proyecto eran demasiado pequeños.

Un proyecto así debe ser apoyado desde el Estado. El Ministerio de Agricultura y el Mimdes deberían evaluar tanto la parte agrícola como el impacto en la mejora de la calidad de vida de los pobladores de la zona a partir de una mejora en la alimentación y de un aumento del empleo y si es tan exitoso como parece debería ser su primer impulsor. El sector privado también podría apoyar este proyecto a través de programas como el Fondo Minero, que como sabemos tiene recursos importantes que asignar a mejorar la calidad de vida de los más pobres en las zonas mineras. Lo que falta ahora es alguien en el Estado que se compre la evaluación del proyecto y de ser esta evaluación positiva lo comunique para que pueda ser replicado por programas públicos como los que tiene el Ministerio de Agricultura. Ojala que ello se haga pronto.

Cecilia Blume
28 de Abril de 2008

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Página web fuente:
http://www.correoperu.com.pe/lima_columnistas.php?id=76868

sábado, 26 de abril de 2008

La sierra se engancha al mercado

Diario El Comercio.
Sección B.
Portada.

Sábado 26 de abril del 2008.

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Carlos Paredes, IAA [B2].

"El ejemplo de Jabón Mayo, en el Cusco, se puede replicar en todo el país."

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Imagen de la versión impresa:
http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-04-26/ecpr260408b1.html

Archivo "pdf":
http://www.elcomercio.com.pe/EdicionImpresa/pdf/2008/04/26/ecpr260408b1.pdf

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Diario El Comercio.
Sección B.
Pág b2.

Sábado 26 de abril del 2008.

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Entrevista
CARLOS PAREDES

El asesor de un innovador modelo creado en las comunidades campesinas del Cusco habla de la experiencia que revoluciona la sierra gracias a la industrialización

La sierra se engancha al mercado

Por Marienella Ortiz

Los lunes puedes comer trigo, los martes habas, los miércoles quinua, los jueves papas y los viernes kiwicha. Dos veces a la semana comes cuy. En igual proporción puedes elegir la carne de pescado (carpas) o de res. Todos los días acompañas el almuerzo con una ensalada seleccionada entre una variedad de 16 hortalizas y con yogur o algún néctar. Esta dieta --explica Carlos Paredes, asesor del Instituto para una Alternativa Agraria (IAA)-- es posible hoy en las familias asentadas entre los 3.800 y 4.500 metros sobre el nivel del mar, en la microcuenca de Jabón Mayo, en la provincia de Canas, Cusco.

Queda claro que en esta localidad no es posible tomar la foto para una campaña de solidaridad en un olvidado pueblo rural. Los de Jabón Mayo comercializan alimentos frescos y procesados. Viven en casas donde hay agua caliente y calefacción en los cuartos o en los galpones de sus animales. ¿Y cómo esos pobladores dieron el salto? La Federación de Campesinos del Cusco, junto con el IAA, ha demostrado que el minifundio de por sí no es el problema, sino la visión del campesino pobre, al que es necesario alcanzarle un balón de oxígeno. Con el desarrollo de paquetes de tecnologías productivas, han creado un modelo para replicar en el resto de las zonas rurales del país, a fin de que la sierra se industrialice y se enganche, por fin, a los mercados. Comenzaron con 25 familias y hoy llegan a 1.700. Conozca la historia.

Lo que han creado es un modelo de desarrollo para las zonas rurales de la sierra, donde las comunidades han liderado un cambio radical en sus economías y estilos de vida. ¿Cómo empezó todo?

Este fue un proceso que tomó 14 años. Todo esto ocurre en la Federación de Campesinos del Cusco con el apoyo técnico del IAA. Bajo la idea de tomar el agua como el motor que articule a los demás recursos naturales, desarrollamos un conjunto de tecnologías. En los años de investigación nos dimos cuenta de que había que dejar de depender de la lluvia y desarrollar un sistema de aspersión: la lluvia artificial.

¿Por qué no se promovió desde antes? ¿El costo resulta alto?

Los costos son totalmente alcanzables. El promedio del riego por aspersión que promovemos es de S/.600 por familia, que es el costo de la membrana para impermeabilizar el reservorio, así como para contar con la tubería, manguera y aspersor.

¿Cuánto se puede regar con ese sistema?

Una media hectárea: 500 m2 de pastos, 100 m2 de huerto fijo a campo abierto, otros 100 o 200 m2 en huertos con fitotoldo, es decir con cobertura plástica, y 3.000 m2 para cultivos tradicionales, como granos o tubérculos andinos. Eso en un inicio. Un campesino puede empezar con media hectárea y luego llegar a una o dos hectáreas.

¿Qué impacto directo tiene el mejor manejo del agua?

En el 2000, en la cuenca de Jabón Mayo existían 100 hectáreas de pastos para alimentar al ganado en solo tres meses; siete años después tenemos 1.000 hectáreas, es decir 10 veces más, durante todo el año.

Y Jabón Mayo es un ejemplo de lo que se puede hacer en toda la sierra del país.

Es la experiencia matriz que se replica desde el 2000.

Tengo entendido que entonces comenzaron con 25 líderes, los llamados yachachik (que llevan el conocimiento). Ahora todo se ha replicado de una manera imparable.

Hacia 1999 validamos 40 tecnologías, entre productivas, conservacionistas y de transformación. Sin embargo, campesinos de otras zonas pidieron que se aplique en sus lugares de origen. Así, nos tomó un año diseñar un modelo para reproducir la experiencia. Los promotores de las réplicas son los yachachik, que son campesinos, líderes tecnológicos que saben y enseñan. Fueron 25 originalmente que salieron a capacitar a otros lugares. Ahora somos 1.700 yachachik (en cinco departamentos). Para fin de año llegaríamos a 5.000.

¿Cómo llegan a desarrollar sus tecnologías?

Además de las 40 tecnologías, entre productivas, conservacionistas y de transformación, tenemos 30 a nivel de energías renovables que fueron transmitidas por el grupo rural de la Universidad Católica. Además estamos asociados a la Universidad Politécnica de Cataluña, España, donde se desarrollaron los biodigestores (que producen gas con excrementos), que permiten a las familias tener gas para cocinar en los hogares sin el humo que ocasionaba el uso directo de la bosta.

En alto. El proyecto en Jabón Mayo recibió un premio de la FAO, por el día de la alimentación, y del Conam, por el día mundial de la Diversidad Ecológica.

Pero también han desarrollado sus propias tecnologías.

La Católica enseñó sus sistemas de bombeo con energía renovable en un curso de un año. Allí se capacitaron a 65 yachachik. En medio de la propia capacitación se inventaron dos bombas de agua, las bombas Herbert y Cristóbal, por los nombres de sus jóvenes creadores. Así, la bomba Herbert cuesta S/.20, a diferencia de los S/.120 de la tecnología transmitida por la Católica.

Además cultivan hortalizas, lo que antes eran impensables en la zona.

Antes solo tenían cebolla, zanahoria y lechuga. Ahora tienen 16 variedades de hortalizas, entre ellas acelga, rabanitos, beterraga, poro, apio, nabo y otros. Esto tiene dos ventajas: se amplía la diversidad de los cultivos y agregan a su consumo otras proteínas.

También les permite comercializar algunos productos.

La ventaja de esta propuesta es que de un disparo matas dos pájaros. De los huertos consumen solo el 40% y, por tanto, el excedente sale al mercado. En el caso de los pastos es más espectacular. Con más agua los pastos dan un salto de 5 centímetros a 5 metros de crecimiento. De esta manera las vacas pueden dar entre 10 y 15 litros de leche al día (antes solo daban un litro).

¿Pero está garantizado el mercado para esa producción de lácteos, animales y hortalizas?

El mercado es mucho mayor a lo que nosotros imaginábamos. Mire lo que ocurre: antes los niños consumían los chupetines en bolsitas y ahora consumen yogur, que los productores ponen en 'sachets' de 10 o 20 céntimos.

Entonces, el paquete básico para las familias que quieran iniciarse en esta experiencia consiste en 18 tecnologías con un costo base.

Hablamos de 18 tecnologías que son lo mínimo para que las familias puedan salir de la pobreza y caminen al desarrollo. Hablamos de tres tramos en tres años. El primer módulo es de 10 tecnologías y cuesta S/.1.100. En total son S/.7.000. Ahora tenemos a 50.000 familias con perfiles para acceder al riego por aspersión. Con nuestros yachachik garantizaríamos un ritmo de 150.000 familias anuales incorporadas a este nuevo proceso. En ese sentido, en tres años habría 450.0000 familias incorporándose al mercado.

¿Cómo financiar estos programas?

Lo que planteamos es un cambio de patrón de inversión del Estado, que lo que hoy es gasto social y asistencialismo se convierta en inversión productiva. El Estado invierte S/.4.300 millones por año en gasto de ayuda alimentaria, cuando nuestro modelo costaría S/.150 millones anuales.

Pero el ministro de Agricultura visitó la zona y tuvo una buena opinión sobre el modelo.
Hemos conversado con el ministro sobre las posibilidades para la participación del Estado, pero nos derivó con autoridades de alto nivel del ministerio. La reunión que tuvimos fue frustrante. Nos dijeron que el SNIP tiene prohibido gastar tan poco en referencia a los S/.600 del sistema de aspersión. Claro que con esa lógica sí es favorable dar a un exportadora de la costa US$2.000 en riego tecnificado. Estamos en este lamentable cruce de ideas.

¿Esa idea no tendría que ver con la propuesta del perro del hortelano, que se debe trasladar a los grandes inversionistas a la sierra para que muevan la economía?

Puede ser un factor ideológico que sea una traba, pero mi impresión es que aparte de eso hay una desvalorización del rol de la pequeña producción. Pero no nos daremos por vencidos y continuaremos con nuestras gestiones.

¿Cómo se perciben los cambios en los estilos de vida de los pobladores?

La desnutrición ha descendido bastante. Los chicos no se duermen en el colegio, se enferman menos. El alcoholismo casi ha desaparecido.

¿Por qué cree que el alcoholismo también bajó?

Porque la producción te disciplina. Si se tiene una vaquita, se la tiene que ordeñar todos los días, no hay tiempo para otras cosas. Además, la migración temporal se ha cortado por el momento. Antes las familias se rompían terminada la cosecha, el hombre tenía que buscar empleo en algún otro lugar. Ahora eso ha cambiado porque se produce todos los días. La unidad familiar se ha consolidado.

LA FICHA
Nombre: Carlos Paredes González.
Estudios: Economía en la Universidad del Cusco.
Edad: 57 años.
Situación familiar: Casado con dos hijos.
Organización: Asesor del Instituto para una Alternativa Agraria (IAA). Trabaja en conjunto con la Federación de Campesinos del Cusco.

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Página web fuente:
http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-04-26/la-sierra-engancha-al-mercado.html

Imagen de la versión impresa:
http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-04-26%5CECEQ260408b2.html

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viernes, 11 de abril de 2008

Reconvertir Juntos y Pronaa

Diario El Comercio.
Sección A.
Opinión.
Pág. a4.

Viernes 11 de abril del 2008.

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Rincón del autor
Reconvertir Juntos y Pronaa

"En lugar de repartir alimentos --dicen-- deberían repartir materiales para los sistemas de riego y otras tecnologías, para dejar de ser mendigos y salir de la pobreza"

Por Jaime de Althaus Guarderas

En la provincia de Canas, en el Cusco --a casi 4 mil metros de altura sobre el nivel del mar, casi en la puna-- campesinos en extrema pobreza con apenas 1.000 m2 de tierras --la décima parte de una hectárea-- salen de la pobreza y se convierten en microempresarios aplicando el extraordinario paquete de tecnologías adaptadas por el Instituto para Alternativas Agrarias (IAA) de Carlos Paredes. Comienzan por instalar sistemas adaptados y sencillos de riego por aspersión a partir de pequeños reservorios construidos al lado de manantiales o canales. De esos 1.000 m2 destinan unos 400 o 500 m2 a sembrar pastos asociados que pueden crecer un metro y admiten cinco cortes al año, en lugar de los 5 cm que crecían los tímidos pastos naturales que desaparecían apenas se iban las lluvias. Pueden tener entonces tres o cuatro vacas cada vez mejores que dan mucha más leche, que les alcanza ya no solo para el autoconsumo diario durante todo el año sino para venderla transformada en yogur y quesos, que han aprendido a facturar. Otros 100m2 los dedican a cultivar un huerto con riego por goteo o por aspersión --sistemas que ellos mismos pueden fabricar comprando piezas en la ferretería y usando hasta botellas de gaseosas para la pulverización y dispersión del agua--, donde siembran 15 especies de hortalizas para el consumo y la venta y para producir mermeladas y tortas. En una extensión menor pueden tener un invernadero o fitotoldo para un cultivo más intensivo y protegido. También crianza de cuyes u otros animales menores. Un biodigestor recicla los excrementos de los animales y los humanos para producir gas con el que cocinan, y con una terma solar se duchan en agua caliente.

Y así sucesivamente. Es un paquete de más de 20 tecnologías que están transformando la vida de más de 30 mil familias en varios departamentos. Lo extraordinario es el cambio radical en la cultura y las actitudes económicas del comunero. Comienza por participar en la elaboración del perfil del proyecto de riego por aspersión y por confeccionar el plan de desarrollo de su predio, con una serie de pasos sucesivos en secuencia lógica. Toma el control de la tecnología y de su progreso familiar. Reemplaza la aversión al riesgo por la innovación constante y decisiones de inversión bien planificadas. Pasa del autoconsumo y la subsistencia a una economía de acumulación. Se vuelve emprendedor.

Esas familias pueden llegar a tener ingresos por 2 mil soles al mes, muy por encima de la línea de la pobreza. Viniendo de la extrema progresa, critican los programas asistencialistas que reparten dinero y alimentos. "En lugar de repartir alimentos --dicen-- deberían repartir materiales para los sistemas de riego y otras tecnologías, para que en lugar de estirar nuestras manos convirtiéndonos en mendigos, las usemos para producir y vender al mercado".

Ese es el mensaje: reconvertir paulatinamente los programas como Juntos, Pronaa y otros en programas de habilitación de materiales para la implementación de estas tecnologías. De esta manera no solo nos ahorramos un gasto enorme que se repite cada año y que solo sirve para perpetuar la pobreza, sino que restauramos la dignidad del hombre del campo.

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Página web fuente:
http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-04-11/reconvertir-juntos-y-pronaa.html

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